En 14 años, el agro aportó 50 mil kilómetros de autopistas vía retenciones



Es diez veces más que la red de vías rápidas actual.  Entre 2003 y 2016, los derechos de exportación sumaron 100 mil millones de dólares. 

El complejo agroexportador argentino aportó, vía retenciones, unos 100 mil millones de dólares o 1,5 billones de pesos entre 2003 y 2016, que permitirían haber construido 50 mil kilómetros de autopistas.
Así lo estimó el investigador del Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) de Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, en un informe publicado en la última revista institucional de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
Derrame
El grueso de ese aporte, lógicamente, se dio en el marco de los 13 ejercicios con gobierno del kirchnerismo.
“De acuerdo a estimaciones de Ieral, los derechos pagados para poder exportar granos o sus principales derivados industriales se habrían aproximado a los 1,47 billones de pesos entre 2003 y 2015 (a precios de 2016), unos 95.000 millones de dólares (a una paridad cambiaria de 15,50 pesos por dólar)”, señala Garzón.
Y agrega: “Para tener una perspectiva, considerando que un kilómetro de autopista cuesta dos millones de dólares, la transferencia de recursos que hizo el campo en concepto de derechos de exportación equivale a la construcción de 47,5 mil kilómetros de autopistas”.
A esto se añade que, en 2016, las retenciones a la soja (las únicas que no se eliminaron) sumaron unos 4.600 millones de dólares o 72.000 millones de pesos; es decir, que el total de los 14 años alcanza a 100 mil millones de dólares o 1,5 billones de pesos.
Comparación
Esto significa que el monto global aportado desde 2003 equivale al presupuesto necesario para haber elevado en 10 veces la cantidad de autopistas y autovías que hay en el país, y que hoy en día cubren unos cinco mil kilómetros.
Otra comparación válida es que el presupuesto para limpiar y refuncionalizar el Canal San Antonio, obra que de haberse realizado a tiempo hubiera permitido al menos paliar la situación de inundaciones en Santa Fe, es de 700 millones de pesos; 0,05 por ciento de lo que recaudó el Estado por retenciones en la última década y media. 
Según Garzón, “en el ciclo 2016/2017, actualmente en marcha, (el agro) también aportará una cifra similar o mayor a las arcas fiscales dependiendo de dónde se ubiquen tanto la producción como los precios de exportación de la soja. Se podrán hacer muchas obras con estos fondos. Para que la historia no vuelva a repetirse, el sector deberá reclamar y estar muy atento a que estas obras finalmente se concreten”.

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DATOS EXPORTACIONES 


El año pasado, el complejo sojero exportó por 18.400 millones de dólares: 9.976 millones de dólares de harinas y pellets, 3.970 millones de aceites, 3.211 millones de porotos sin procesar y 1.243 millones de biodiésel. 
La cifra representa casi la mitad del total de las exportaciones agroindustriales (productos primarios y manufacturas de origen agropecuario), que en 2016 significaron 38.984 millones de dólares. Es decir, 47 de cada 100 dólares exportados por el agro fueron de soja y derivados; el resto, se reparte en otros cultivos, productos de economías regionales, carnes, frutas y verduras. 
Pero la comparación es aún más relevante cuando se la relaciona con el total de las exportaciones argentinas del año pasado, que fueron 57.737 millones de dólares. En concreto, uno de cada tres dólares que Argentina obtiene por comercio exterior, es gracias al complejo sojero.
Más que la industria
Otro dato contundente es que la soja y sus derivados, el año pasado, exportaron más que toda la industria no agropecuaria junta, algo que ya había ocurrido en 2015.
Las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) totalizaron 16.762 millones de dólares el último ejercicio, nueve por ciento menos que el complejo sojero.
La industria automotriz, computando tanto vehículos para transporte de personas como para traslado de mercancías, apenas superó los cuatro mil millones de dólares; o sea, necesitaría cuadruplicarse para alcanzar lo que genera la soja.
Un dato final que no debe obviarse es que harinas, aceites y biodiésel representan el 82,5 por ciento de las exportaciones sojeras; en otras palabras, casi toda la soja argentina sale al mundo con valor agregado, lo que significa derrame en empleo e inversiones. 

El fondo sojero arrancó el año con un aumento del 31,7%

Los  gobiernos de las 24 jurisdicciones subnacionales en que se divide Argentina recibieron en enero 1.832 millones de pesos de parte del Fondo Federal Solidario (FFS), que coparticipa el 30 por ciento de lo que recauda el Estado nacional por retenciones a las exportaciones de soja.
Esto significa un crecimiento del 31,7 por ciento en comparación con enero del año pasado; y del 34,5 por ciento con respecto a diciembre último. 
Según la consultora Economía y Regiones, el monto girado a las provincias se incrementó 441 millones de pesos en valores absolutos respecto a un año atrás.
Córdoba, en ese contexto, recibió 157 millones de pesos, casi 38 millones de pesos más que en el primer mes de 2016.
Factores
Economía y Regiones destacó que, en enero, los precios FOB medidos en dólares del aceite de soja y los porotos de soja se ubicaron en un 24 por ciento y un 15 por ciento por encima de los registrados en enero de 2016, mientras que el precio de la harina creció un 17 por ciento. Por su parte, el tipo de cambio contribuyó con una devaluación interanual de 16,5 por ciento.
Asimismo, en el acumulado al 27 de enero, las liquidaciones del sector agroexportador alcanzaron una suma de 1.839 millones de dólares, una caída del 25,8 por ciento interanual. 
“Recuérdese que en las primeras cuatro semanas de enero de 2016 las liquidaciones de divisas del sector habían acumulado un monto de 2.477 millones de dólares, fomentadas por los cambios en el esquema impositivo y por la salida del cepo”, mencionó la consultora.